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jueves, 29 de diciembre de 2016

Reseña: "Lo que guarda un caracol" de Paula Bombara

¡Buen miércoles! ¿Cómo los trata la última semana del año? ¿Calor, cansancio, exceso de comida?
Hoy vuelvo por aquí (Sil los saluda) para compartirles la reseña de un libro que me marcó profundamente. Más allá de que esperaba algo bueno de la autora, esta joyita superó con creces todas mis expectativas. ¿Se animan a viajar conmigo? ¡Nos leemos en los comentarios!

Lo que guarda un caracol

Autora: Paula Bombara
Saga: No. Autoconclusivo.
Sello/Editorial: Loqueleo Santillana
Páginas: 240

Sinopsis: Detrás de la puerta del laboratorio diecinueve, Mirko pone en jaque las costumbres del equipo de investigación del Dr. Fernando Plazas. El modo particular con que Mirko mira el mundo hace que afloren emociones que no pueden controlar: Alejo y su intolerancia, Agustina y sus fantasmas, Lucrecia y sus deseos, Fernando y sus preguntas insaciables. Mientras tanto, los caracoles marinos animan a Mirko a encontrar su lugar entre los científicos. 
¿Cómo encontrar la forma de ser fieles a sí mismos comprendiendo las singularidades de los demás?

"[...] Porque la biología no es posible sin la química      La vida no es posible sin reacciones químicas."
Mirko ~ Pág 97

Mi opinión:

Llegó el momento de compartirles (o al menos, intentar hacerlo) mis pensamientos sobre este libro, que vino a mis manos de una manera un poco inesperada. Ok, sabía que la editorial me lo había reservado, pero no había podido pasar a buscarlo y terminaron enviándolo por correo. 

Como ya les dije, esperaba una buena historia pero no al punto de identificarme con muchas escenas, experiencias y personajes, tanto así que es una de mis mejores lecturas del año. Tengo la suerte de conocer a la autora y compartir con ella no solo el amor por la literatura sino también por la ciencia. Ambas casi compartimos profesión y entre las páginas de "Lo que guarda un caracol" estos dos temas se mezclan y entremezclan y generan algo especial.

En este libro, la acción se desarrolla en un laboratorio de Biología ubicado en Ciudad Universitaria. Fernando está a cargo de la dirección del lugar y de su grupo de becarios, algunos para doctorarse y otros para licenciarse y recibirse. Lucrecia, Alejo y Agustina viven sus días allí mientras intentan alcanzar sus metas a sus propias maneras, hasta que llega Mirko, un chico con capacidades especiales, sumamente inteligente y dispuesto a trabajar en lo que ama: los moluscos. 
Cada personaje se toma a su manera esta nueva realidad que deben enfrentar en su lugar de trabajo, y eso fue lo que más me cautivó de esta historia: la mezcla de curiosidad, buena disposición, discriminación, subestimación, empuje, avance, cariño, odio, frustración y tantos pero tantos sentimientos más ante una persona diferente.  Y no voy a negar que el ambiente universitario, el mundo de la biología y la química, los nervios por estar en las últimas etapas y demás también me aceleraron el corazón.

Este año fue bastante duro para mí, en todos los planos posibles, y me enfrenté a muchos de las emociones que se viven aquí y, por fortuna y lamentablemente, a varias personas parecidas a los personajes.
Los miedos a los finales de Lula y a luchar por lo que quiere fueron (y son) un poco mis mismos miedos. Conocí y padecí a personas tan nocivas y patéticas como Agustina, quien pretende escalar posiciones poniendo trabas a los demás en lugar de desarrollar todo su potencial, y recibí los sabios consejos de gente parecida a Fernando, quien desarrolla su carrera sin perder la ilusión y el amor por los detalles. También, por seguro, conocí a alguien parecido a Alejo quien, a pesar de todo y al superar sus prejuicios y problemas, resultó valer la pena.


"Pensó que por ser los últimos la encontrarían con más energía. Pero no era eso lo que estaba pasando. Era todo lo contrario. Cada examen le parecía un río crecido. Una inundación que la arrasaba."

La pluma de la autora es única e inigualable. Sus formas de expresarse y de entretejer cada escena son geniales y lleva al lector en un viaje muy particular, sea que uno esté o no esté inmerso en el mundo que su narración nos propone. Y esto último es uno de los mayores ganchos: esta historia es apta para todo público, desde el adolescente hasta el universitario, graduado y adulto. Es casi imposible no reconocernos, aunque sea un poco en él.


"-¿Sabés? El otro día creo que me miró...Me dijo que soy rara.- Y lo sos, Lula. Sabés escuchar, sabés observar...esa es una rareza - afirmó Fernando [...]"

Aquí, además de lo que les conté, encontré un poco de mi pasado: a mis 12 años, quería con locura ser bióloga marina. No me importaba si podía encontrar un lugar que me enseñe a la vuelta de la esquina o si tenía que viajar, pero me imaginaba entre las olas y los animales marinos. Años después me decanté por la bioquímica, pero es un mundo que no me molestaría explorar para nada. Acá aprendemos un poquito de este mundo de ensayos, pruebas, mediciones, viajes a lugares muy peculiares y la importancia de saber apreciar los detalles. En esto, Mirko es más que bueno y es una de las cosas que asombra y emociona de él...un personaje que merece ser conocido.

Algo más: lo terminé de leer, lo cerré, y lo volví a abrir para volver a leerlo. En esa oportunidad, agarré post-its y lo marqué con mis momentos preferidos y con frases que solo tienen significado para mí. Me volví a perder en sus páginas y me enamoré aún más profundamente de lo plasmado allí. 

De verdad, léanlo. Encuentren sus propias suturas (ya me entenderán), encaríñense con algunos personajes (ojalá tanto como yo) y aprecien las sutilezas. Sobre todo, eso. No se van a arrepentir.

Calificación:

¡Muchísimas gracias a Loqueleo por el ejemplar!


...Real or not real Books...

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