El Break de la Semana #15: "Sakura Card Captor"

¡Buenas! ¿Cómo están lectores? Hoy les traigo una nueva edición de "El Break de la Semana" que hace mucho que no hacemos. Creo que entre tanto estudio y con tanto para leer es un buen momento para tomarnos un descanso en este caluroso día viernes. Voy a hablarles de un animé de mi infancia llamado "Sakura Card Captor". ¿La conocen? ¡Cuéntenme en los comentarios!

El Break de la Semana #15: "Sakura Card Captor"

"Yo quisiera que supieras cuánto extraño tu presencia aquí...". Con esa canción que es el tema de apertura de la serie en español comenzaba mi tarde en 1999 después de haber llegado del jardín de infantes, colgado el guardapolvo a cuadrillé y de haberme tomado una buena chocolatada. Era una agradable rutina que se extendió hasta mis primeros años en la escuela primaria. Tiempos en los que Cartoon Network era "lo más de lo más".

Lo que me gusta esta serie no tiene explicación. Para poder hacer esta sección hace unos cuántos meses volví a mirar todos los capítulos, junto con sus dos películas y lo disfruté tanto o quizás más que la primera vez. 

La historia cuenta las aventuras de Sakura Kinomoto, una nena de 10 años que por accidente libera un conjunto de cartas que estaban en un libro. Es así como descubre que tiene poderes mágicos y ahora es la responsable de enfrentarse a los poderes de cada Carta Clow, capturarlas y sellarlas para evitar que desate una catástrofe en el mundo. Esto lo hará con la ayuda de Kero, el simpático guardián de las cartas y de sus amigos.

Lo que más destaco de esta serie es el gran espacio que se le da a las relaciones personales. Hay una gran diversidad de "amor", como el amor que hay entre un padre y una hija, el que hay entre hermanos, entre amigos, el no correspondido. Incluso ahora que he vuelto a ver la serie siendo mucho más grande vi cosas de las que antes, siendo tan peque, no me había percatado o no le había dado importancia. Como que en algún punto, todo el mundo puede sentirse identificado con algunas de las relaciones. Porque acá, no hay tapujos ni dramas en cuánto a amor entre personas del mismo sexo, o amor entre personas con gran diferencia de edad. Claro, no es tan 100% delineadas, algunas son muy ambiguas, pero ahí están.

Por otro lado, está plagada de personajes geniales y queribles. Sakura es un encanto, despistada a más no poder, responsable, impuntual, pero de sentimientos buenos y puros. No importa que tan mal la trate alguien, no va a pagar con la misma moneda (el enojo con su hermano por llamarla monstruo no cuenta). También está Tomoyo, su fiel mejor amiga, que la acompaña en la captura de las cartas y le confecciona trajes especiales para cada ocasión. Además están sus papá, su hermano mayor Touya, y Yukito, el mejor amigo de Touya y del cuál Sakura está enamorada. Si por mi fuera mencionaría a todos y cada uno de los personajes que aparecen en esta serie porque todos le aportan algo nuevo. Pero voy a finalizar nombrando a Shaoran y Meiling, que aparecen unos cuántos capítulos más tarde en la serie y que empezás detestándolos hasta que te conquistan. Todos son tan adorables y que les daría un gran abrazo de oso. 


Cada capítulo cuenta con una gran cuota de acción, de amor, de magia y humor. Este último aportado en gran parte por Kero, que es un glotón sin remedio. Me reí mucho y también logró emocionarme casi casi hasta las lágrimas en algunos capitulos. 

Tampoco quiero dejar de darle una mención al soundtrack. ¡Es que me encanta! Es perfecto, me considero una gran fan de esta música instrumental. 

Finalmente, un comentario. Yo quería algo MÁS del final de la segunda película, que es la que le da cierre al animé. Así que me metí a buscar desesperada por Google y encontré lo que buscaba... en imágenes del manga. Parece que en el animé han cortado muchas cosas importantes y les agregaron otras nuevas. ¡Y de esas cosas importantes que faltan están ESAS imágenes del final por las que tanto esperé! Si ven la peli, busquen las imágenes del final final de Sakura Card Captor para estar completamente satisfechos, háganme caso. 

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