domingo, 7 de febrero de 2016

Now I Grow Up #3: "Cuentos de Las mil y una noches"

¡Volvió el calor! Lo bueno es que aquí en Argentina disfrutamos de un buen fin de semana largo de carnaval y nos sirve para descansar un poco. En este clima de relax, les comparto (Sil por estos lados) mis pensamientos sobre estas historias del oriente, que siguen hechizando a grandes y chicos. ¡Nos leemos en los comentarios!


Now I Grow Up #3: "Cuentos de Las mil y una noches"



Original de: Las mil y una noches
Autor: Anónimo
Adaptaciones de: Graciela Montes (Colihue) y Gustavo Roldán (SM)
Años de Publicación: 1999 y 2016.

Sinopsis: La joven Scherezada está decidida a terminar con la crueldad que aterroriza al reino. Y para hacerlo tiene una idea: cautivar al rey con sus cuentos y poemas. Enredarlo con sus palabras, que hablan de amores y de tragedias.

Los árabes fueron grandes traductores y grandes coleccionistas de historias.
Historias de Egipto, de Persia, de la India, de la China... Historias de amor, de pícaros, de misterios y maravillas.
Sherezada, que es gran lectora, las conoce todas. Noche tras noche se las cuenta a un rey cruel para demorar la muerte.

Opinión:

Voy a contarles una historia que comenzó el 25 de julio de 1999, como me lo recuerda la letra de mi madre plasmada con birome azul en un ejemplar chiquito y finito de "Historia del caballo volador", relatado por Graciela Montes y que es parte de una colección de cuentos de Las mil y una noches que hace un buen tiempo sacó Ediciones Gramón-Colihue. 

Este librito fue un regalo de mi maestra de segundo grado, Vivi García. Ella desde siempre fue una gran amante de la lectura, de las narraciones y sobre todo, de compartir buenas historias. Con ella di mis primeros pasos en este mundo de las letras que tanto me cautiva y a su vez, fui de sus primeras lectoras una vez publicados sus primeros libros. Todavía recuerdo al Duende Merengue, a los intrépidos movedizos y al Doctor Letrado. 

No hace mucho decidí limpiar un baúl con libros viejos que tengo y me encontré con muchos tesoros con olor a infancia. Y entre ellos estaba ese relato de Las Mil y una Noches que tanto me había gustado cuando tenía 11 años. 
Contaba las andanzas de un hindú bastante feo que un buen día llega a un reino de Persia montado en un caballo de ébano. Éste era bastante singular, ya que moviendo una clavija cobraba vida y era capaz de subir y subir y subir alto en el cielo. Imaginen que con esta maravilla se entretejen un rey caprichoso, un príncipe y una bonita princesa de un reino muy muy lejano. Súmenle amor, venganza, un buen poco de magia...y el cuento es perfecto.

Este relato se quedó durmiendo en mí. Grata y enorme fue mi sorpresa al volver a ver el libro, guardado en el fondo del baúl y si bien algunos de sus hermanos de tinta y papel volvieron a su lugar de origen, a este me lo dejé bien a mano en la biblioteca que tengo ahora para releer cuando se me presentase la oportunidad.

Hace tan solo unos días me reincorporé a mi trabajo...y mi curiosidad se vio atraída hacia un librito verde petróleo oscuro, que prometía una antología de estos cuentos orientales. Nomás llegaron los primeros ejemplares, Ceci Repetti me dio uno y comencé su lectura en cuanto pude. Imaginen ahora mi sorpresa cuando me encontré con "Historia del caballo encantado". Pues sí, a mi caballo le habían cambiado el adjetivo final, pero eso es lo que pasa cuando las historias ruedan y ruedan en el tiempo, de boca en boca. 

La cuestión fue que se me juntaron el pasado y el presente. Recuerdo a la nena de 11 años cautivada por la magia del corcél de ébano, por los ropajes de los personajes y el glamour que se desprendía de reyes, príncipes y princesas.Ya con mis 27 años disfruté de todo eso y me vi enamorada también del misticismo del Oriente, de la sensualidad que se desprende de ese mágico mundo, de la fuerza y el misterio de esas noches interminables de puras narraciones.


De verdad, los cuentos son hermosos. No son solo "versiones para más chicos", si no que también invitan a conocer un mundo que emociona desde el confín de los tiempos y embruja a todos por igual. El trabajo de Graciela y de Gustavo, cada uno por su lado, es delicado y perfecto. Mis respetos hacia ambos por tan logrado trabajo.

Estoy tentadísima de salir corriendo y comprarme la versión completa de "Las mil y una noches" en cuanto tenga oportunidad. Y no, no tiene nada que ver con la novela del 13, jajajaja.

Estos relatos tienen un sello propio. Soy muy feliz por haberlos conocido desde más chica, donde me vi envuelta como les dije en esa magia particular que desprende. No solo el caballo estuvo presente, si no también Aladdin con su alfombra y su genio, o Alí Babá y los cuarenta ladrones.
A medida que uno avanza en los años encuentra nuevos detalles. Y estas historias que Sherezada le contaba a su rey y marido justamente son de esas que acompañan a un lector toda su vida. 

Siempre le voy a estar agradecida a mi querida Vivi por su guía y sus recomendaciones, por descubrir, formar y ayudar a la lectora que siempre hubo en mí a sentar sus bases. Adoro que mi presente me permita recordar y revivir con una sonrisa aquellos pequeños tesoros que guardo con tanto cariño en mi mente y en mi alma literaria. 

Sea que se compren o desempolven a "Las mil y una noches", tienen que leer lo que Sherezada tiene para contar. Realmente, les prometo que no se van a arrepentir. 


Calificación ANTES:


Calificación DESPUÉS:




...Real or not real Books...

1 comentario:

  1. Hey, este libro me lo regalo mi abuelo hace bastante y leí un poco y me gustó así que espero darle una oportunidad pronto, me alegro de que siga gustando como antes, besos ;3

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