¿Y si quedamos como amigos?
Título Original: Better Off FriendsAutora: Elizabeth Eulberg
Sello: Alfaguara
Editorial: Penguin Random House
Páginas: 296
Sinopsis: ¿Es posible que un chico y una chica sean sólo amigos? ¿O están siempre a una pelea de no volverse a hablar jamás y a un beso de distancia del verdadero amor?
Macallan y Levi se hicieron amigos desde el primer momento en que se vieron. Todo el mundo dice que los hombres y las mujeres no pueden ser sólo amigos, pero ellos dos lo son. Se quedan juntos al salir de la escuela, comparten un montón de bromas que sólo ellos entienden, sus familias son muy cercanas, y Levi, incluso, sale con una amiga de Macallan. Su relación es platónica y feliz de esa manera.
Con el tiempo ambos se dan cuenta de que no estaría nada mal ser los mejores amigos si no se interpusiera uno en el camino del otro. Sucede que los chicos no invitan a salir a Macallan porque piensan que anda con Levi, mientras él pasa demasiado tiempo bromeando con ella, y tal vez no lo suficiente con su novia. Entonces los demás no pueden dejar de preguntarse si ellos son más que amigos o si así nada más están mejor, sin complicar las cosas aún más.
En este divertido libro a dos voces se cuestionan las relaciones de amistad, la empatía y el verdadero amor, que van más allá de las convenciones sociales o de lo que los demás opinen.
"No quería pasarme el día hablando de los chicos o del modelito que llevaríamos al día siguiente. Con Levi mantenía conversaciones de verdad. Y hacía años que no me reía tanto con nadie."
Macallan ~ Pág. 41
Mi opinión:
No sé si habrán escuchado hablar del "reading slump". Por las dudas, no es otra cosa que el bloqueo del lector. Sí, porque nosotros también nos bloqueamos, sobre todo después de tener una laaaarga temporada leyendo un libro detrás de otro. En un punto nos saturamos y nos cuesta mucho avanzar con las lecturas. (Nota: la facultad y sus interminables apuntes y finales tampoco ayuda a superar este proceso).
Hace un tiempo vengo acarreando esta situación y fueron muy pocos los títulos que lograron sacarme de ese bloqueo aunque sea momentáneamente (Memoria y La Soledad de los Número Primos despejaron el camino y Rebelión lo esclareció muchísimo más). Y para acabar de una vez por todas, hice algo que muchos recomiendan para salir de eso: leer un libro de un autor preferido.
Nomás supe que "¿Y si quedamos como amigos?" iba a salir en Argentina, enloquecí. Me puse muy contenta de que POR FIN la editorial decidiese apostar a un nuevo libro de Elizabeth Eulberg. Corrí a comprarlo en cuanto pude y después de leer algunas otras cosas, me adentré en sus páginas...y fue como entrar en un oasis hermoso de paz. Bah, en sí no podía ni dormir porque quería saber cómo seguía y estaba trepada a la palmera de tanta emoción que sentía por la trama, jajaja.
La sinopsis es más que explicativa en cuanto a lo que nos encontramos en este libro. Sin duda, este es uno de los principales rasgos que tiene la autora: no tiene que recurrir al melodrama extremo y a la tragedia, a ese tipo de historias plagadas de muertes (de la familia, de todos los habitantes del planeta, del ser amado y hasta de algún perrito (¬¬)) para conmover a los lectores. Ok, muchas veces son geniales y, a pesar de sufrir y quedar en posición fetal, les damos reconocimiento una vez, dos veces y a la tercera ya nos pudrimos de que recurran a esos artilugios para eclipsarnos. En serio, ya cansan.
Otro rasgo que encuentro en las historias de Elizabeth (y por eso la adoro tanto) es que los temas que trata son aplicables a cualquier edad. Veamos este caso, ¿quién no tuvo un amigo que le generaba un torbellino de sentimientos y que hacía que se replanteen una y otra vez las cosas para hallar una solución para "no arruinar la amistad de base"? En serio, es muy difícil. Y lo es más si nos encontramos en el caso de Macallan y de Levi, quienes encuentran en el otro a ese tipo de amigos con los que compartís gustos y opiniones. Los amigos que soportan nuestras locuras con una sonrisa son geniales, pero también son necesarios aquellos con los que podemos hablar por horas y horas de ciertas aficiones que compartimos.
Este tema en particular remite a la gran pregunta gran que puede generar horas de disertaciones varias: ¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer? En lo personal, yo digo que sí. Y el hecho de que después se convierta en otra cosa no quiere decir que no hubo (y seguirá habiendo) amistad de base. También las cosas siempre pueden quedar sólo en una buena e innolvidable amistad, ¿por qué no? La autora pone a prueba a muchos con esta historia y demuestra lo complejo que puede ser el asunto, evidenciando las múltiples facetas que tiene la cuestión de una manera excelente.
Los personajes me encantaron: todos tienen su lugar. Macallan y yo nos parecemos mucho. Van a tener que leerlo, pero sepan que disfruté mucho de ciertas escenas de ella con Keith y que la entendí cuando decidió escapar más de una vez.
Levi...¡oh Levi! Fue tan genial meterme por un rato en su cabeza (ah sí, porque hablan los dos aquí, tanto Macallan como él y al final de los capítulos incluso hay pequeñas conversaciones entre los dos) para poder intentar comprender sus actitudes y ver lo profundos que eran sus sentimientos.
Pero sobre todo me gustó ver plasmado los papeles protagónicos del miedo y del orgullo en este tipo de temas. El orgullo es algo así como un mecanismo de defensa ante el miedo en estos casos. Damos por sentadas tantas cosas, no decimos tantas otras y omitimos tantos pasos que a veces guionamos enteramente el pensar del otro (y a veces la realidad está lejos de coincidir). Y eso nos lleva por caminos insospechados...y muchas veces al mismísimo cuerno xD.
Danielle es una amiga única y me gustó ver como los papás de este libro apoyaban a sus respectivos hijos siendo súper fenomenales con ellos. Adam es un personaje único que siempre voy a recordar con cariño.
Si bien mi libro favorito de Elizabeth es "Del Material del que están hechos los Sueños" (que espero que algún día llegue al país ¬¬), esta historia es perfecta en muchos sentidos y no puedo puntuarla con menos de 5 estrellas. Cuando lo terminé me emocioné por el simple hecho de haber podido leer otra de sus historias y disfrutarla a pleno.
"¿Y si quedamos como amigos?" es de esa clase de libros que uno puede disfrutar y leer de un tirón hasta acabarlo sin darse cuenta...y al final, plantearse leerlo otra vez inmediatamente. Es muy difícil dejarlo ir, por todo lo que genera. Vale totalmente la pena y de verdad, espero que la editorial siga apostando a esta autora y a lo que está dispuesta a transmitirnos.
Calificación:
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