Si hay algo que le tengo que aplaudir a la autora es haber presentado el concepto de "la neurona borde", una neurona loca (que me imaginé más como una ameba con muchos tentáculos, vaya Dios a saber por qué) que la hace emplear el sarcasmo en sí como mecanismo de autopreservación. Veamos un ejemplo de tal cosa:
"¿Genial, no les parece? Dejemos que Emmett arda entre las llamas del sufrimiento para renacer de las cenizas mucho más sabio y más guay; que ya me ocuparé yo de meterme de lleno en la cloaca del dolor para emerger cubierta de mierda y un montón de papel higiénico, metafóricamente hablando."
¿Lo ven? Es una condenada GENIA. Sarah sufre y mucho, pero sus ocurrencias y su forma de contar los hechos hacen del libro algo totalmente fuera de lo común.
En clases, la chica garabatea en sus cuadernos diagramas, conjuntos y gráficos que intentan explicar sus descabelladas teorías...sobre todo. Desde el hablar sobre el estúpido nombre de la hija de un famoso hasta los pros y los contras de sus "señores progenitores" o el cómo funciona su neurona borde. Cada capítulo se inaugura de esa forma: con un elemento matemático (asssh, que tampoco se van a poner a hacer cuentas o a recordar teoremas, no se quejen!) que le da forma a sus ideas. Clap clap clap...standing ovation.
Charlemos ahora sobre Ruby, la superperra que hace que mi corazón se convierta en un caldero de amor chorreante (Celestina Warbeck estaría orgullosa de mí). Este maravilloso bicho me recordó por sobremanera a mi propio bodoque con patas, Negra. La muy perruna (valga la redundancia), se pasea con su dueña a todas horas, es feroz y súper inteligente y siempre se puede contar con ella. El amor que le profesa Sarah (Toc toc, ¿de dónde me suena?) es reverencial.
Y aquí vamos otra vez a la genialidad de J.J.: supo expresar el papel perfecto de Ruby, el de un ser que oye, ve, siente y acompaña SIN JUZGAR. Justo lo que necesita alguien que se siente incomprendido por el mundo, por aquellos que no vivieron de primera mano lo que les ocurrió.
Entiendo TANTO pero TANTO a Sarah al encontrar refugio en su chiquitina, como ella misma la llama. Yo misma lo hago con mi propia perra. Y tampoco me olvido de Budy, una zarigüeya de lo más chévere, que juega un papel similar para su dueño. Ellos son animales nobles, que no te juzgan, no les importa si sos pobre o rico, te acompañan en todo momento estés feliz o triste y son capaces de entregar un amor único y especial que nadie más puede darte, porque viene de ellos mismos.
Por ende, imaginen sobre todo mi reacción ante Rubes (ver más abajo en forma de gif). Adorarla es poco y disfrutar de sus andanzas fue una de las mejores cosas del libro.
"Ruby es mi corazón, si es que tu corazón puede tener pelo negro, cargar con un Erredós y corretear por fuera de tu cuerpo."
¡Ah, qué cosa! Pasemos a los demás personajes. Mis "otros preferidos" (lo siento, pero Rubes se lleva los laureles) son Rosemary, Roy y Emmett.
Simplemente diré que el mundo necesita más personas como Rosemary, de esas chicas/mujeres/féminas (??) un tanto inocentes que no tienen filtro y que son capaces de decirle a los demás lo que necesitan en el momento adecuado, aunque no lo esperen o no lo quieran escuchar. De esas que no se apartan y están ahí pase lo que pase.
Roy es un SEÑOR personaje. Él entiende lo que vive Sarah, vaya que sí. Entiende que necesita algo en lo que distraerse, en lo que sentirse útil, que le devuelva la confianza en sí misma. Amo su rol.
Emmett es muy muy divino. Me dieron ganas de entrar al libro y abrazarlo unas cuantas veces.
En cuanto a Stenn, el novio genial de Sarah, diré que lo entiendo al leerlo intentar comprender algo que no vivió en carne propia.
Y para cerrar, los dignos de mención: los señores progenitores de nuestra muchacha. Aunque más de una vez quise entrar a sacudirlos cual alfombra sucia (ya saben...), sus padres, bueno, son padres. Reaccionan de maneras desmedidas ante la impotencia de no saber cómo ayudar a su hija, y justamente terminan complicando las cosas. Pero también son seres humanos capaces de razonar y comprender ciertas cuestiones.
Releer este libro me hizo reafirmar algo que me daba vueltas por la cabeza cuando lo leí por primera vez: Sarah reacciona como yo ante su mundo patas arriba, lo cual evidencia aquí que la edad para desesperarse y sentirse perdido no corre.
Y no es el amor propio lo que me lleva a amar esta historia, si no es el entenderla de verdad. El ser capaz de comprender su dolor, su desconcierto al tener su mundo del revés y la forma de cerrarse y autopreservarse. No viví algo como ella (por suerte!), pero hace un par de años no la pasé del todo bien. Y créanme que en más de una escena me sentí volver en el tiempo, buscando a alguien que me comprendiese sin juzgarme o decirme lo que (según sus propios criterios) tenía que hacer.
Todo lo último nos lleva a otra cuestión: Creo que cualquiera que pase por una experiencia traumática (sea de la índole que sea) merece ser respetado, sobre todo, en cómo reacciona ante ello. El que no reaccionemos de la misma forma no quiere decir que alguien es molesto, exagerado, malhumorado o lo que fuese o, en este caso puntual, que no sirve como personaje porque nos choca su actitud. Es cierto, puede chocar, pero entendamos que no todos somos iguales y que cada uno hace lo que puede. Que podemos ayudar para que mejore, sí. ¿Capichi?
Una cosa que ADORÉ de esta bonita entrega en papel es la edición. En la versión española original (o de SM España, whatever), la protagonista emplea todo el tiempo la palabra "Jopelines" y yo: "¡Carajo! ¿Es que no puede decir "Changos", "Maldición" o "Demonios"?". Pues bien, eso aquí no sucede (party hard). Y lo mismo ocurre con alguna que otra pavadita lingüística más que ajustaron aquí, lo que hace mucho a la lectura.
PEEERO muchos modismos españoles quedaron...y créanme SON GENIALES. No, no estoy loca ¬¬. De verdad, le dan un toque característico, refuerzan el sentido de las palabras y encima le añaden una buena pizca de humor al ya de por sí retorcido humor de Sarah. ¡Combinación perfecta!
Bien, para ir cerrando les cuento algo más: solté unas cuantas lágrimas al escribir mi primer comentario en Goodreads sobre "Mi teoría de todo". Y justo ahora tengo una especie de nudo emocional en el medio del pecho al reseñarlo de todas todas, a pesar de las bromas. Nunca me había pasado, pero entiendo el por qué =)
Sepan esto también: siento que les estoy entregando una partecita de mi alma al recomendarles el libro (¡Qué no es un horcrux, carambas!). Es ameno, divertido, emocional, loco, intenso, bordástico (Oh sí, como leyeron), perruno y perfecto.
No todos tendrán la misma opinión de él, pero por favor sepan apreciar sus verdades y sus matices. Sólo pido eso. Denle una oportunidad porque lo vale DE VERDAD. Es tan único y fuera de lo común como lo somos cada uno de nosotros.
Reacciones al libro:
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Ante Sarah la Grande (God save this girl!) |
Por Ruby, por siempre y para siempre
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Por la genialidad del libro en sí y por lo divina que es la autora |
Calificación: (Y no, NUNCA serán suficientes los 5 sinsajos...le entrego Panem al completo con dientes de león y panes enteros, ya saben).
¡Muchísimas gracias a SM por el ejemplar y a Ceci, en especial, por hacerla posible!
...Real or not real Books...