¡Primera parada del Blog Tour #EstherSanzEnArgentina! Celebrando que la autora nos visitará el 29 de abril a las 15 hs en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (con posterior firma en el stand 1617 de V&R Editoras en el Pabellón Amarillo), les presentamos esta entrevista en exclusiva que publicaremos por partes entre los blogs participantes. En la imagen a continuación pueden ver las demás paradas. ¿Listos para conocer a Esther y a la isla de Sark?
Sobre el arte de escribir
-¿Cómo fueron tus inicios como escritora?
Mi primera “misión” como escritora fue extraña y muy divertida. No lo he contado nunca, pero durante un tiempo escribí libros de no ficción bajo seudónimo sobre relaciones personales y autoayuda. Acababa de fichar en una editorial como asistente del director editorial, de un sello de libros prácticos, y en mi primer día de trabajo, tras mostrarme unas tapas –muy bonitas, por cierto-, me dijo: “Tenemos la portada, el título y el nombre del autor… Ahora solo falta escribir el libro. ¿Te atreves a hacerlo en tus ratos libres?”. Pensé que estaba bromeando y solté una carcajada, pero mi nuevo jefe me miró muy serio sin pestañear. Me pareció una locura. ¡Era como empezar una casa por el tejado! Pero acepté el reto sin dudarlo. El libro trataba sobre cómo hacer amigos y gustar a los demás. No puedo revelar el título porque todavía se sigue reeditando. Por aquel entonces yo ya colaboraba con algunas revistas femeninas, con artículos de psicología práctica, así que apliqué en ese libro todo lo que había aprendido hasta el momento. Me documenté bien, puse ejemplos prácticos con citas y casos reales… y lo mejor de todo, ¡disfruté mucho escribiéndolo! Después de ese libro, vinieron otros. Algunos de temas tan variados como las propiedades de la miel… De todos ellos aprendí mucho; no solo por los contenidos, sino también por la escritura como oficio.
Años más tarde un amigo escritor me animó con mi primera novela tras confesarle que mi sueño de niña era escribir romances. “¿Y qué te frena?”, me preguntó. Le dije que tenía miedo de hacerlo mal y que no sabía por dónde empezar… “Hazlo por el título”, me dijo. Aquella frase me hizo sonreír, pues me acordé de mi jefe y de mi primer encargo. Cuando llegué a casa escribí el título, que mi amigo me había ayudado a pensar, en un folio, puse mi nombre debajo y busqué una imagen bonita de unas flores. ¡Ya tenía la portada! Ahora solo me quedaba escribirlo.
-¿Quiénes te inspiran, a quiénes admiras? ¿Qué autores recomendarías leer?
Hay muchos autores que me inspiran y a los que admiro, pero no soy una buena prescriptora de libros ni de autores, porque creo que cada uno debería llegar a “sus favoritos” por intuición, o por prueba y error; leyendo y descubriendo. La lectura tiene algo mágico y creo que te acerca al libro preciso en el momento adecuado. Solo hay que estar atentos y confiar en la intuición. Yo he sido una gran lectora de novela romántica, desde los clásicos hasta autores modernos. De ellos he bebido temas y me han inspirado en mi forma de escribir. La literatura romántica es muy sensorial, va directa a los sentidos, a los aromas, a las sensaciones, al paisaje. Me gusta recrearme en esos aspectos, sin perder frescura ni aburrir en la trama… Busco inspiración en todo lo que leo y como he leído muchos libros prácticos y de autoayuda, creo que eso también se refleja en mis novelas.
En cada una de ellas voy revelando los autores que me han inspirado y a los que admiro, por si el lector quiere acercarse a ellos, pero siempre desde una posición muy respetuosa, mostrando sin presionar. Odio cuando alguien hace sentir mal a otra persona por no haber leído tal libro o no saber quién es un determinado autor. Para mí la lectura debe ser un placer… La vida es muy larga y hay tiempo, si uno lo desea, para leerlo todo (o casi).
-¿Dónde te gusta escribir? ¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo?
En estos momentos de mi vida compagino la escritura con un trabajo a tiempo completo y una familia (con dos niñas), así que no tengo un horario fijo ni un lugar concreto donde escribir. Me gusta hacerlo en la calidez de mi hogar, en mi mesa, rodeada de libros y en silencio… Pero eso solo ocurre de noche, cuando todos duermen en casa, y a veces estoy tan agotada, que apenas me salen unas líneas. Por eso me he acostumbrado a escribir en cualquier momento y lugar. Siempre llevo mi portátil en el bolso y me pongo a escribir cuando tengo al menos media hora por delante, en cafeterías, bibliotecas… incluso en estaciones y aeropuertos cuando viajo. Puede parecer extraño y desordenado, pero cuando estás dentro de la historia, cuando consigues abrir la puerta y entrar al universo que estás contando, no importa en qué lugar del mundo te encuentres, porque todo desaparece.
-¿Tenés rutinas o manías antes, durante o después de la escritura?
No soy nada maniática ni rutinaria. Hacer las cosas siempre del mismo modo suele aburrirme. Sin embargo, no puedo empezar a escribir hasta que no tengo un título, y eso mismo me ocurre en cada capítulo (por eso siempre los titulo). Antes de escribir un capítulo suelo darle forma en mi cabeza y pensar en él mientras conduzco de camino a la oficina o cuando regreso a casa. Me gusta fantasear sobre escenas, diálogos… También me inspira escuchar música, pero solo antes de escribir. No tengo ninguna manía después de la escritura, pero siempre que pongo el punto final a una historia me gusta celebrarlo de alguna manera.
Mi primera “misión” como escritora fue extraña y muy divertida. No lo he contado nunca, pero durante un tiempo escribí libros de no ficción bajo seudónimo sobre relaciones personales y autoayuda. Acababa de fichar en una editorial como asistente del director editorial, de un sello de libros prácticos, y en mi primer día de trabajo, tras mostrarme unas tapas –muy bonitas, por cierto-, me dijo: “Tenemos la portada, el título y el nombre del autor… Ahora solo falta escribir el libro. ¿Te atreves a hacerlo en tus ratos libres?”. Pensé que estaba bromeando y solté una carcajada, pero mi nuevo jefe me miró muy serio sin pestañear. Me pareció una locura. ¡Era como empezar una casa por el tejado! Pero acepté el reto sin dudarlo. El libro trataba sobre cómo hacer amigos y gustar a los demás. No puedo revelar el título porque todavía se sigue reeditando. Por aquel entonces yo ya colaboraba con algunas revistas femeninas, con artículos de psicología práctica, así que apliqué en ese libro todo lo que había aprendido hasta el momento. Me documenté bien, puse ejemplos prácticos con citas y casos reales… y lo mejor de todo, ¡disfruté mucho escribiéndolo! Después de ese libro, vinieron otros. Algunos de temas tan variados como las propiedades de la miel… De todos ellos aprendí mucho; no solo por los contenidos, sino también por la escritura como oficio.
Años más tarde un amigo escritor me animó con mi primera novela tras confesarle que mi sueño de niña era escribir romances. “¿Y qué te frena?”, me preguntó. Le dije que tenía miedo de hacerlo mal y que no sabía por dónde empezar… “Hazlo por el título”, me dijo. Aquella frase me hizo sonreír, pues me acordé de mi jefe y de mi primer encargo. Cuando llegué a casa escribí el título, que mi amigo me había ayudado a pensar, en un folio, puse mi nombre debajo y busqué una imagen bonita de unas flores. ¡Ya tenía la portada! Ahora solo me quedaba escribirlo.
-¿Quiénes te inspiran, a quiénes admiras? ¿Qué autores recomendarías leer?
Hay muchos autores que me inspiran y a los que admiro, pero no soy una buena prescriptora de libros ni de autores, porque creo que cada uno debería llegar a “sus favoritos” por intuición, o por prueba y error; leyendo y descubriendo. La lectura tiene algo mágico y creo que te acerca al libro preciso en el momento adecuado. Solo hay que estar atentos y confiar en la intuición. Yo he sido una gran lectora de novela romántica, desde los clásicos hasta autores modernos. De ellos he bebido temas y me han inspirado en mi forma de escribir. La literatura romántica es muy sensorial, va directa a los sentidos, a los aromas, a las sensaciones, al paisaje. Me gusta recrearme en esos aspectos, sin perder frescura ni aburrir en la trama… Busco inspiración en todo lo que leo y como he leído muchos libros prácticos y de autoayuda, creo que eso también se refleja en mis novelas.
En cada una de ellas voy revelando los autores que me han inspirado y a los que admiro, por si el lector quiere acercarse a ellos, pero siempre desde una posición muy respetuosa, mostrando sin presionar. Odio cuando alguien hace sentir mal a otra persona por no haber leído tal libro o no saber quién es un determinado autor. Para mí la lectura debe ser un placer… La vida es muy larga y hay tiempo, si uno lo desea, para leerlo todo (o casi).
-¿Dónde te gusta escribir? ¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo?
En estos momentos de mi vida compagino la escritura con un trabajo a tiempo completo y una familia (con dos niñas), así que no tengo un horario fijo ni un lugar concreto donde escribir. Me gusta hacerlo en la calidez de mi hogar, en mi mesa, rodeada de libros y en silencio… Pero eso solo ocurre de noche, cuando todos duermen en casa, y a veces estoy tan agotada, que apenas me salen unas líneas. Por eso me he acostumbrado a escribir en cualquier momento y lugar. Siempre llevo mi portátil en el bolso y me pongo a escribir cuando tengo al menos media hora por delante, en cafeterías, bibliotecas… incluso en estaciones y aeropuertos cuando viajo. Puede parecer extraño y desordenado, pero cuando estás dentro de la historia, cuando consigues abrir la puerta y entrar al universo que estás contando, no importa en qué lugar del mundo te encuentres, porque todo desaparece.
-¿Tenés rutinas o manías antes, durante o después de la escritura?
No soy nada maniática ni rutinaria. Hacer las cosas siempre del mismo modo suele aburrirme. Sin embargo, no puedo empezar a escribir hasta que no tengo un título, y eso mismo me ocurre en cada capítulo (por eso siempre los titulo). Antes de escribir un capítulo suelo darle forma en mi cabeza y pensar en él mientras conduzco de camino a la oficina o cuando regreso a casa. Me gusta fantasear sobre escenas, diálogos… También me inspira escuchar música, pero solo antes de escribir. No tengo ninguna manía después de la escritura, pero siempre que pongo el punto final a una historia me gusta celebrarlo de alguna manera.
No se olviden que la próxima parada es el 8/04 en el blog de Celes (Un viaje en papel) y que tenemos un CONCURSO ACTIVO por dos combos de libro "Si el amor es una isla" + entrada a la FIL para conocer a la autora.
...Real or not real Books...
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