Reseña: “Catalyst” (Insignia #3) de S. J. Kincaid

Vuelvo al ruedo después de semanas encerrada en mi departamento sin hacer otra cosa (Ara de este lado!) que estudiar, estudiar y estudiar para los finales/parciales. He concluido casi satisfactoriamente (grrrr si no fuera por el “casi”) de rendir todo así que acá estoy otra vez con mi opinión sobre "Catalyst" de S. J. Kincaid, el esperado final de la Saga Insignia. ¡Los leo en los comentarios!

Pueden leer mi reseña del primer libro, Insignia, aquí y del segundo, Vortex, aquí. 

Título: Catalyst
Saga: Insignia #3
Autora: S. J. Kincaid
Editorial: V&R
Páginas: 392
Fecha de Publicación en Argentina: Junio 2015

Sinopsis:

Luego de las vacaciones, Tom Raines y sus amigos están ansiosos por regresar a la Aguja Pentagonal para continuar el entrenamiento como combatientes de nivel Superior en las Fuerzas Intrasolares. Sin embargo, pronto descubren cambios importantes: hay nuevas y estrictas reglas controladas por agentes del gobierno y ahora todos los cadetes son considerados reclutas. 

Lo que comienza por ser solo una molesta modificación en la política de la Aguja, pronto se revela como un peligroso cambio en la realidad. Los altos mandos están aliados a los objetivos en las grandes corporaciones y a sus despiadados procedimientos. Además, los novatos que ingresan a la Aguja tienen incorporados en sus cerebros neuroprocesadores con una nueva y sospechosa tecnología. 

Por otra parte, surge una misteriosa figura -autoproclamada "el fantasma de la máquina"- que lucha contra los ejecutivos de la Coalición con métodos impactantes incluso para Tom (el verdadero fantasma). Ahora nuestro protagonista tendrá que decidir de qué lado está, e incluso si siquiera vale la pena luchar en un escenario donde la probabilidades de éxitos son tan escasas. 

Esta emocionante y explosiva conclusión de la trilogía Insignia, lleva a Tom y a sus amigos por caminos extremadamente peligrosos en un presente imposible de haber imaginado.

Reseña: 

Si tuviera que describir el final de esta grandiosa trilogía, yo diría que un buen adjetivo es “explosiva”. Cuando terminé de leer, estaba tan exaltada que tuve que ir a fangirlear a la conversación conjunta del staff porque necesitaba compartir esto con alguien. 

Lo siento, de verdad a estas alturas no puedo ser imparcial. Ya era una fan declarada de Kincaid y este libro solo me hizo quererla más. Cuando uno se encuentra con un libro tan bueno, siempre quiere que el siguiente sea aún mejor, o por lo menos igual de genial. Se cumplió con Vortex pero como acá estamos hablando del final de una saga, y teniendo en cuenta la cantidad de veces que los finales decepcionan, yo tenía miedo. 

Pero finalmente, cerré el libro. Con una gran sonrisa en la cara, esas que solo te dejan las buenas lecturas. 

En Catalyst, Tom regresa a la Aguja Pentagonal y se encuentra con algunos cambios. Hay muchas nuevas reglas, más estrictas, el general Marsh ya no está a cargo, la gente que maneja la Aguja está aliada con los CEO de las grandes corporaciones y sus sucios objetivos, como si todo esto fuera poco, los novatos recién llegados tienen unos neuroprocesadores distintos a los que tienen Tom, sus amigos y el resto de los viejos cadetes con una rara tecnología. Rara y sospechosa. 

Así que así están las cosas cuando en una reunión exclusiva con los ejecutivos de la Coalición, un nuevo “Fantasma de la Máquina” aparece y lanza un ataque contra los CEO de las corporaciones a nivel masivo. Y no, esta vez Tom no tiene nada que ver, pero a partir de este momento, él tendrá que decidir de qué lado está e incluso si vale la pena luchar en una pelea que ya parece estar perdida. 

Para mí, es muy difícil encontrarle un punto débil a estos libros. Es un mundo tan pero tan bien construido, una trama tan bien hilada, unos diálogos tan buenos que en conjunto solo crean una maravilla. Sobre todo en este último. Hay una evolución, es como que la saga ha madurado y se volvió más oscura, si se quiere. Se ha perdido solo un poco de ese toque de “humor” que siempre estaba presente cuando Tom, Vick, Wyatt y Yuri aparecían en escena dentro de la Aguja para hacer de las suyas. Y eso está bien, porque nos alejamos de los muros del Pentágono para meternos de lleno en la cruda realidad, y vemos a nuestros chicos pelear contra quienes se creen dueños del mundo, y luchar por la humanidad. Kincaid nos habla fuerte y claro, de algunas cuestiones como el sacrificio, la justicia, la identidad. Y por supuesto, del incalculable valor de la amistad, el amor y la familia. 

Tom me gustó más que nunca. Creo que hay lectores que pueden tener una relación de amor-odio con él. Pero parece que está en su ADN romper las reglas y luchar. Luchar por sus ideales, por lo que quiere, hasta no dar más. Y más allá de la guerra, hay otros aspectos de su vida que son un caos y que debe resolver: los secretos que lo apartan de sus amigos, su relación con Medusa, con su padre, su objetivo de ser alguien. He visto una gran madurez en este personaje en particular y estoy feliz por eso. 

Hay otros que se destacan también. Tenemos la oportunidad de conocer mejor a la genia total de Medusa y, para mi total satisfacción, vemos más de Blackburn, un personaje complejo que va a estar muy presente durante toda la lectura. Solo digo eso. 

Quisiera contarles muchas cosas pero corro el riesgo de hablar de más, y por nada del mundo me gustaría que se spoilearan. Sepan que está lleno de acción, desde las primeras páginas, del tipo que te deja al borde del asiento durante toda la historia. No es apto para épocas complicadas en las que tienen poco tiempo para leer. Una vez que lo agarran, ya no son dueños de sí mismos y les va a pasar como a mí, que me leí más de la mitad en una tarde sin parar hasta que llegué al epílogo. 

Mi agradecimiento eterno a VyR por haberme confiado esta historia. Se va a quedar entre mis favoritas por siempre. 

Calificación: 

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