Reseña: "La evolución de Calpurnia Tate" de Jacqueline Kelly

¡Hola muchachos! Por fin encontré algo de tiempo e inspiración (Sil por estos lares) para traerles mi reseña de este libro tan maravilloso que tuve la suerte de leer. ¡Valieron la pena las corridas que hice por conseguirlo! jajaja. Entérense de todo a continuación y nos charlamos en los comentarios.

La evolución de Calpurnia Tate

Título original: The evolution of Calpurnia Tate
Autora: Jacqueline Kelly
Serie: Calpurnia Tate #1
Sello/Editorial: Roca Editorial/Penguin Random House
Páginas: 272

Sinopsis: Calpurnia, Callie Vee, es una niña que vive en un pueblo de Texas. A pesar de que su madre insiste en que aprenda a tocar el piano, coser y cocinar, ella está más interesada en lo que ocurre tras la puerta cerrada de la biblioteca, o en el laboratorio de su abuelo. Poco a poco irá ganándose a este señor un tanto huraño y empezará a colaborar con él en sus observaciones del medio natural, aprenderá quién es Darwin, qué son las especies y las subespecies y también lo idiotas que se vuelven los hermanos mayores cuando se enamoran.

"Cama, libro, gatito y sándwich. Realmente, todo lo que una necesita en la vida."

Calpurnia ~ Pág. 52

Mi opinión:

Fui de acá para allá para conseguir este libro. Por primera vez, lo vi en la mesa de saldos de un supermercado pero dudé demasiado al ver la hermosa portada, aunque un pelito infantil. A los días de estar en casa sin haberlo comprado, veo la reseña de Sebastián de "El Coleccionista de Mundos" comentando lo genial que era la historia y lo especial que era para él. Y ahí...enloquecí. Sentí que era una señal de que debía tenerlo en mi biblioteca. Así que volví a buscarlo al mencionado supermercado y ¡ya no estaba!  
¿Qué hice entonces? Fui a otra sucursal y POR SUERTE lo encontré, aunque ya había montado toda una logística involucrando a varias personas para conseguirlo, jajaja. Como sea, lo encontré a un precio genial y lo dejé dormido en mis estanterías a la espera del momento oportuno para hincarle los ojos (??).

Después de leer "Lo que guarda un caracol" de Paula Bombara dos veces seguida (oh sí, ya sabrán todo al respecto), necesitaba seguir en la línea científica y sabía que la historia de Calpurnia Tate involucraba el estudio de animalitos, el aplicar el método científico y demás menesteres que demanda la ciencia, entre ellos, enfrascar bichos a diestra y siniestra. Créanme cuando les digo que la elección fue muuuy acertada.

Callie Vee no es una nena como otras: de buenas a primeras, se siente atraída por el mundo en el que está inmerso su abuelo y comienza a descubrir las maravillas que pueden ofrecerle un ojo crítico y una libreta donde apuntar todo lo que precisa respuesta. 
Calpurnia es la única hija de un matrimonio de siete hijos en total, y a pesar de las idas y venidas de sus hermanos de distintas edades y de que sus padres tienen planes muy diferentes para su futuro, Callie se adentra en la naturaleza dispuesta a descubrir sus secretos, basándose en las enseñanzas de Darwin con sus teoría sobre la evolución de las especies. Ella pretende, junto a su abuelo, dejar (de ser posible) una huella en la comunidad científica y seguir desarrollándose como naturalista.

Para reseñar un libro, muchas veces me anoto cosas en una libretita para no olvidarme de nada. Y más allá de que considero a Calpurnia una genia gracias a su sagacidad, su fuerza y su sarcasmo innatos (en serio, esa chica es una badass de 12 años), algo que no dejaba de darme vueltas en la cabeza era el comportamiento de la madre de ella. Dios...¡esa mujer!
Si bien la historia transcurre en 1899 (ahí nomás del cambio de siglo) y teniendo en cuenta que en ese entonces los roles esperados de la mujer en la sociedad eran otros, me dio muchísima pena y bronca que la mamá solo quisiera convertirla en una ama de casa del tipo que vive esclavizada para su familia, sin alcanzar a desarrollar todo su potencial. 
Considera que los ratos que su hija invierte en el bosque y con su abuelo son tiempo perdido y que Calpurnia debería atender a otro tipo de pasatiempos...todo encaminado a un tipo de vida que ni ella misma soporta sin un buen trago (varias veces al día) del concentrado vegetal de Lydia Pinkham, que resulta que tiene una interesante graduación alcohólica. En resumidas cuentas, ¡puaj!

Volviendo a nuestra protagonista, me reí muchísimo con ella; hacía mucho que no disfrutaba a un personaje de esa manera. Y no, no es por su interés en la ciencia, sino por las ocurrencias que tiene y lo madura que es para su edad, pero aún con ese toque irreverente que le da su casi adolescencia.

"Algún día iba a tener todos los libros del mundo, estantes y estantes llenos. Viviría en una torre hecha de libros; me pasaría el día leyendo y comiendo melocotones. Y si algún caballero con armadura se atrevía a acercarse en su blanco corcel y a rogarme que le lanzara mi trenza, lo acribillaría con huesos de melocotón hasta que se marchara."

El coronel Tate es un hombre sabio, intimidante ante una primera aproximación, pero dulce con su nieta y, sobre todo, con un agudo sentido de lo correcto y la justicia. Me encantaría haber disfrutado de un abuelo así, de esos que te conducen por la vida demostrándote lo que de verdad importa. 

"Tengo que ir con cuidado e invertir cada hora con sabiduría. Sólo lamento no haber llegado a esa conclusión hasta que alcancé los cincuenta años. Calpurnia, harías bien en adoptar esta actitud a una edad más temprana. Invierte con atención cada una de las horas que te han tocado."

Y alguien a quien adoro de entre todos los hermanos de nuestra muchacha es a Travis. Su amor por los animales no tiene límites y es tan divino con ellos que a veces te parte un poquito el corazón.

Este libro encierra una historia que les va a traer risas, asombro, un poquito de enojo, ganas de aplaudir y, en particular, mucha curiosidad. Yo pasé buena parte de mi infancia enfrascando bichos en tarros, mezclando agua con diversos líquidos para tener agua de colores, juntando hojas y metiendo las manos en la tierra así que me identifiqué muchísimo con Callie. Y ese justamente es un mensaje que me agrada mucho sobre "La evolución de Calpurnia Tate": lo mucho que podes disfrutar al aire libre, desentrañando secretos naturales escondidos investigando un poco. Un niño no necesita un celular, una tablet o el mismísimo televisor para ser feliz, corazones.

Busquen la historia que narra Jacqueline Kelly por librerías de saldo o cuando van a hacer las compras a algún super grande (no sé todavía si PRH volverá a editarlo, espero que sí dado que publicaron recientemente la segunda parte) porque vale mucho y sus estanterías habrán ganado un gran ejemplar. 

Se van a acordar de mí cuando lo lean, van a ver. ¡Vuelven y me cuentan qué les pareció eh! ^_^

Reacción al libro:

Calificación:

...Real or not real Books...